ALMA DE HUASCO
Hoy, el huerto Alma del Huasco se encuentra en proceso de certificación orgánica, y la producción 2022 fue su primer aceite de oliva "en transición".
Nuestro productor más pequeño viene del Norte, ahí donde el olivo se instaló hace cientos de años cuando llegó a nuestro país junto a los conquistadores españoles.
Esta empresa familiar comienza con el abuelo Ibar Villalobos Carmona, olivicultor de Huasco Bajo, de quién la actual generación heredó el amor por la tierra. "Siempre nos rodeamos de la abundancia que nos da el campo y su simpleza", explica Carmen Castillo, su nieta.
En 2018 lanzan Alma del Huasco y desde sus inicios llama la atención la calidad de su aove. En 2020 los reconocimos como Empresa Revelación en Guía Oliva, donde además, la Sevillana quedó en el top ten. "Sin duda esto fue el hito que nos marcó y motivó a seguir creciendo y elaborando un producto de calidad", continúa Carmen.
Ubicado en Huasco Bajo, cuenta con 3,4 hectáreas productivas principalmente de variedad Sevillana y Manzanilla. Poseen una almazara pequeña donde producen alrededor de 60 mil kilos (propios y de terceros).
La empresa es 100% familiar. En lo administrativo trabajan Luisa y Gabriel, las labores de campo y almazara son responsabilidad de Alex Gajardo y Carmen. Además, han contado con el apoyo de Verónica Arancibia, profesional INIA, y Jorge Astudillo, asesor técnico de Indap.
Hoy, el huerto Alma del Huasco se encuentra en proceso de certificación orgánica, y la producción 2022 es su primer aceite de oliva "en transición". Un paso más en el camino de esta empresa por una producción limpia, respetando el medio ambiente y la tierra que los vio nacer.
Alma del Huasco es un aceite hecho por familias de este tradicional valle olivícola, el primero de América que posee su propio sello: denominación de origen Valle del Huasco.
Seleccionamos la Sevillana con DO de esta empresa, ya que es una aceite de características únicas, con un elevado contenido de polifenoles y ácido oleico, transformándose en medicina pura.